LIMA SWINGERS
El placer por el placer



"Pareja joven busca hombre soltero, estéticamente guapo, para mantener relaciones sexuales sin fines sentimentales. Los interesados escribir a: fabiola567@hotmail.com"

Avisos como éste se apoderan de los diarios limeños, radio e internet, llamando la atención del público curioso que podría caer en un juego donde predomina el calor sexual. Pero no se confunda, estos llamados no sólo requieren sexo con un citadino ansioso de satisfacer su lujuria, sino que trata de formar una nueva conducta sexual denominada swingers. La palabra swinger se deriva del verbo inglés "to swing" que significa balance, libertad de movimiento, oscilación. Swinger es aquella persona casada o soltera, que decide ejercer su libertad de acción en lo que respecta a su vida sexual. Esto incluye el intercambio de pareja, relaciones sexuales sin compromiso con otra persona, la práctica de sexo en grupos de tres individuos o más y todas las variaciones que puedan surgir con ello, dependiendo de las preferencias personales.
Sexo para tres
José y Fabiola son una pareja swinger desde hace más de siete años. Ellos cuentan que todo este movimiento empezó en nuestro país gracias al semanario Segundamano, en donde se colocaban anuncios para contactar parejas que quisieran experimentar nuevas relaciones sexuales. "Yo no entendía mucho esto de los swingers, inclusive el nombre llegó aquí mucho después de que descubriéramos nuestra verdadera conducta sexual. Antes de tener nuestro primer encuentro con una tercera persona, dialogamos seriamente José y yo sobre esto. Concluimos que nuestro amor no iba a estar mellado porque involucremos a una persona más en nuestros juegos amorosos. Yo siempre iba a amarlo a él. Pero la sensación de incluir a alguien más con nosotros nos excitaba y aterraba".
Paralelamente Daniel, un swinger solitario (hombres o mujeres solteros que gustan compartir el sexo con parejas) nos comenta que fue él quien les dio la bienvenida a los aún tímidos José y Fabiola. "Les comenté que no era la primera vez que lo hacía. Entonces los apoyé con sugestivas posiciones para que luego ellos solos se fueran desenvolviendo. Son una pareja extraña, pero que ama con intensidad. Ellos se adoran, me parece que nunca se van a separar. Me agrada ser un buen tercero". Este trío, es solo una muestra de la apertura sexual que pueden tener los swingers, quienes ya han sido tratados como depravados y condenados en algunos países. Sin ir muy lejos, Argentina fue uno de los primeros países que promulgó una ley que establece la conducta swingers, sólo y únicamente por medio de revistas. En otros países como Chile y Venezuela, los temas son tratados con indiferencia haciendo caso omiso a las agrupaciones que no quieren ser tildadas como enfermos mentales.
Comunidad swingers
Las parejas swingers tratan de establecer patrones de conducta y respeto. Para ello en Lima existe una comunidad que tiene 10 años de fundación y más de 95 parejas como miembros. Gracias a las comunicaciones que mantienen por e-mail y también por medio de su lista web, los moderadores de este grupo organizan fiestas en donde comparten sexualmente con los otros integrantes de la comunidad. Las orgías las realizan en una vivienda que ellos compraron exclusivamente para la realización de estas fiestas. Este lugar es denominado la "casita verde" y es aquí en donde también hacen las celebraciones de iniciación de miembros. Los swingers peruanos comparten sus actividades con comunidades extranjeras, tanto de Colombia, Chile, Venezuela y Argentina, con quienes intercambian opiniones, culturas, pensamientos y parejas. (E/H)

SIN VERGUENZAS
En las reuniones swingers suelen haber juegos eróticos que inciten a los integrantes a despojarse de sus inhibiciones. Uno de ellos es el Sinverguenza, que es una especie de tablero compuesto por fichas de colores, dos dados, un reloj de arena, tarjetas de preguntas, antifaz y una pluma de color. El juego consiste en descifrar las respuestas del tablero de preguntas, turno por turno, como indique el seguimiento del tablero. Cada respuesta incorrecta hará que los participantes se despojen de las prendas y según la cartilla de la suerte le tocará un castigo, que podría ser desde una simple caricia hasta grados extremos de intimidad carnal.
Artículo publicado en Revista GENTE. 31/05/05