IMÁGENES DE BRYCE
Antimemorias del profesor
Bryce Echenique se encuentra en el centro de la mesa. Recoge sus gafas de ver y levanta su mirada hacia el público. Coge lentamente su inseparable vodka y tras un extenso sorbo, se dirige al respetable para entregarles su reciente obra: "Permiso para sentir", una ácida interpretación de sus primeros años en el Perú.
Para no olvidar
"Para mí el Perú fue demasiado. Si Vallejo decía: me duele el Perú, yo decía: me duele y aterra el Perú, no tengo reflejo para responder al cinismo, a la perversión y ruindad de un régimen", de esta manera uno de los escritores más amados por el pueblo peruano sentenciaba, tras la presentación de su reciente libro en el Miraflores Park Hotel, lo que sería su segundo bestiario: "Permiso para sentir", un anecdotario consecuente al primer antimemorias "Permiso para vivir" (1993) que según el escritor trataba su vinculación con la izquierda latinoamericana, su relación amor odio con Fidel Castro y Cuba, hasta su salida de La Habana en el año 1990 (lugar a donde no ha vuelto) y demuestra su testimonio de amor por el pueblo cubano y su desprecio total por su gobierno tiránico.
Antimemorias dos
Trabajando la misma idea pero en escenarios distintos, el autor del "Huerto de mi amada", detalla en este último trabajo su experiencia de vida entre los años 1999 hasta el 2002 (época fujimorista que estuvo en Lima). "Permiso para Sentir es el Perú, regresé en el 99 y me quedé tres años y medio en los que hubo secuestros y muertes. No soporté la realidad y comprendí que el amor por Europa no me lo puedo lavar con agua y jabón", sostuvo Echenique al explicar su decisión de retornar a Europa en donde escribió 632 páginas sus experiencias en nuestro país.
La unión del reciente libro con el primer antimemorias, "es sólo una suerte de azar" explica el profesor, debido a que sólo son recuerdos que vienen a la memoria por mil diversos estímulos de la vida cotidiana. "Puede haber un recuerdo de cuando teníamos 44 años y el siguiente de cuando teníamos 4. Los recuerdos son así, no tienen un nexo lógico. Entonces yo los trato ahí y los escribo para que sean más entretenidos y les trato de dar la forma incluso, de un cuento. Creo personajes como si los estuviera inventando pero en realidad son retratos fieles de mi memoria y que muchas veces han implicado una llamada a la persona en cuestión, para preguntarle con exactitud", reveló.
Arrabal de senectud
Bryce aún no está tranquilo, sigue pujando con las letras y su irreverencia, dones que lo han llevado -en los últimos años- a novelar; lleva en la cabeza tres series que le urgen escribir, y que según sus propias declaraciones, serán parte de su tercer antimemorias: "Arrabal de Senectud, nombre tomado de Francisco de Quevedo, es el título elegido para escribir mis recuerdos como le vienen a los seres humanos para que se trasmita como la tercera parte de estas antimemorias". (E/H)
ANECDOTARIO
Alfredo, fiel a su ironía particular, simuló una conversación que sostuvieron Fidel Castro con el ex presidente español, Felipe Gonzáles, donde adoptando el comportamiento pseudo-burgués de "hijitos de papa" discutían sobre los beneficios y costos de sus yates; tanto fue el aburrimiento de García Márquez que el colombiano solicitó a Bryce contar una anécdota para callar al líder cubano quien atropellaba con petulancia el modesto yate del mandatario español, ex propiedad del dictador Francisco Franco. "Lo dejé dormido hasta el día siguiente", dijo el escritor masticando una carcajada que contagió a toda la platea.
Publicado en Revista GENTE. 20/06/05.
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