Reynoso sacó good



Ayer fue un día de la REFUNCKING. Supuestamente celebramos el día del periodista, bueno no exactamente el día sino el fin de semana*. Entonces me invitaron a una vaina en el Hotel Bolívar, supuestamente todo iba a estar good, trago y comida free... pero al final ni entré porque hubo mucho nice encorbatado y mujer con gabardina. "Al pincho" dije, a pesar de que estaba con un hambre del demonio. Me quité pal Queirolo de Quilca a buscar un brother con quien chupar, y un viejito me encontró. Dice que me buscaba desde hace tiempo, y esa excusa fue suficiente para sentarnos a libar. El viejo es de la putamadre, cuenta cosas que no creo pero que suenan a verdad, como los vasos de cerveza al chocar o la coca al pasar por la nariz. Me dice que es escritor, y que ha publicado en un huevo de lugares, inclusive sus libros son los más vendidos del país ya que están en todas las escuelas públicas. En medio de mi huasca dije, ¿con quién mierda estoy chupando? Reynoso respondió, Oswaldo, como leyendo mi mente alucinada por el skunk. "Bravo" le dije, pero ya no tengo plata. Solo una cheliña más y safo broster, porque tengo que mover el bote en una disco, al cual me han invitado cordialmente. "No hay problema" balbuceó el canoso metiéndose un trago de Cristal. Seco y volteao. Yo le pregunto, ¿por qué en Octubre no hay milagros? Se caga de risa el viejo, me mira a los ojos y dice: ¿Alguna vez te han hecho un milagro en octubre? La verdad que no, a menos que sea la vez que me encontré una pava al frente de Metro en Alfonso Ugarte. Se vuelve a reir. Le digo que a otras personas si le han ocurrido ese tipo de supercherías. Me mira y saca una cosa rara del bolsillo y murmura: no es octubre y te hago un milagro. ¡Bien!
Es fácil detenerse a tratar literatura y acomodarse las gafas de intelectual en medio de una cloaca de pensadores. Pero al huevo. Reynoso me dio una lección y un recuerdo antes del dancing en el American Club.
* (01 de octubre Día del periodista)