5.30.2008

INSIGNE POETA FALLECIÓ SIN PENSIÓN ESTATAL


Romualdo en la eternidad
Hace cuatro años, en un bar cultural de Lima, una hoja bond pegada en la puerta principal de este recinto anunciaba la llegada del reconocido poeta Alejandro Romualdo Valle, autor del poemario La Torre de los alucinados y parte de todo un movimiento socialista en Lima desde los años 50’s.
A la cita se esperaba la llegada de otros vates reconocidos por las generaciones siguientes, sin embargo la poca difusión de este evento no cubrió las expectativas que merecía, aún así a sus 78 años Romualdo con pasos lentos y mirada vagabunda se hacía presente en este homenaje-tributo que fue organizado por la poeta Alessandra Tenorio.
Ya en la mesa de honor y con una lucidez, que poco a poco se fue gastando por el Alzheimer, Romualdo Valle recitó a voz en cuello -como predestinando una de sus últimas presentaciones- ese poema que hoy en día se rememora en todas las escuelas del país Canto Coral a Túpac Amaru; con una voz grave al comienzo y tenue sutil en otros momentos, que le otorgaban al recital ese aire de melancolía que solo la poesía puede concertar. El público respondió con aplausos ensordecedores, mientras que otros se imaginaban el costoso trabajo que le habría costado al vate trujillano la creación de tan reveladora obra, sin embargo el autor arremetió con simples palabras:
“Ustedes creerán que hacer este canto es inspiración de un poeta purista y de sensibilidad sutil. Yo les diré que no, que en este texto lo más importante son las matemáticas, la colocación de los endecasílabos y la musicalidad, por ese motivo es la secuencia del “ran”. Ahora, todos se preguntarán el tiempo que me ha costado crear este canto, pues les diré que solo algunas horas y no toda una eternidad como creerían algunos, pues sucede que la poesía es un esquema que se debe trabajar bajo un criterio matemático”.
Ya con estas palabras y bajo una conceptualización muy realista de la poesía, Romualdo desaparecía aquellos mitos planteados por los puristas sobre la germinación poética, y de paso daba rienda suelta a su joder cautivo, instruyendo, en cierta forma, a la ola de jóvenes poetas que buscan un futuro en este camino.Sin embargo el tiempo no le daría mucho espacio y sus inacabables enseñanzas ahora serían adjuntadas en fríos cuadernos, ya que hace algunos días Alejandro dejó de existir tras un infarto masivo al miocardio, y aunque parezca increíble bajo la insensibilidad del Gobierno, que a pesar de habérseles hecho llegar un manifiesto donde se les pedía una pensión de gracia al insigne escritor y periodista, éste dio la espalda e inclusive nunca envió un representante al acto conmemorativo por su partida. (E/H)

1 Comments:

At 3:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

bello perfil fugaz, elvis. salazar se merecía todo.

 

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