6.10.2008

El metal y los murmuros de una época gloriosa



Megadeth afónico
Megadeth una de las bandas más representativas del rock metal en el mundo llegó a Lima, arribó nuestro terruño con sus cuatro integrantes: Dave Mustaine, Chris Broderick, James Lorenzo y Shawn Drovergafas, sus gafas negras, guitarras estruendosas y ese clásico look glam de cabellos largos que mantuvo a toda una generación (ahora cuarentones) meneando la cabeza de abajo hacia arriba y mostrando su irreverencia hacia el mundo con sus trajes negros y correas de acero galvanizado.
Sin embargo su llegada a nuestro país no es producto de su simpatía con la aficionada gente que los sigue, sino más bien de negocios alejados con la música, ¿pues quién se imaginaría que una megaestrella del rock se acerque a estas tierras sudakas con el fin de incluirnos en una gira faustuosa? Nadie. Y así de tajante fue la respuesta de Megadeth quienes argumentaron su acercamiento al Perú debido al café. Si señor lector, pues estos muchachones de mechones largos y mirada ruda tienen en los yunaites una fábrica que elabora café e importan de nuestro país su materia prima. Cosa que no sucede con Argentina, a quienes en su último concierto le ofrecieron una versión metal de su himno, cosa que no harán con el apócrifo nuestro, ya que según el mismo líder de la banda Dave “esto fue una cuestión de amistad ya que hace más de siete años que nos presentamos en dicho país y por eso mismo sería difícil que hagamos lo mismo con todos los lugares que incluyamos en esta gira”.
De la misma forma, los Megadeth megachotearon las preguntas de los periodistas referidos a su cambio de ideosincracia religiosa, así como también a las drogas, la política, y en sí a la misma agrupación, dejando en claro que el antiguo vocero de la rebeldía joven es hoy sólo un afónico murmuro de una generación que se niega a extinguirse y que hoy en la Explanada del Estadio Monumental darán su último grito yanqui. ¡Qué viva el metal! (e/h)