11.25.2005

Fotos de Magda



He conocido a una mujer rara, diferente las demás. Casi toda su vida ha trabajado como psicoterapeuta y ahora, luego de tanto trajinar con enfermos, terminó un poco como sus pacientes y esta vorágine lo trasladó a la fotografía.
Según esta primera individual, la artista de madurez conceptual ha logrado entablar un símil entre sus pacientes y el óxido de una lata, que ella usa como objeto referente para su trabajo y también como alucine de las emociones.
Magdalena Sangalli cuenta que ha deteriorado más de 300 imágenes para llegar al punto básico de esta exposición, que por cierto lleva un nombre sugerente al tiempo utilizado: "Aprehendiendo a transitar".
Por lo que vi, éste un viaje hacia el subconsciente humano. Las fotografías son muy abstractas, algunas de colores muy fuertes, otras de contenido vacío, las del costado parecen vómito de borracho, la del frente un rayo de sol en movimiento y ése que ella mira atentamente, creo que es un perro atropellado. "Sí" refuta Magda, "un perro y un gato, o lo que quieras ver". Medio cojudo me sentí.
Capaz tenga razón, el retrato no es lo que interesa sino el concepto. Hay mucha gente que ha visto su obra en la sala del CAFAE, incluso una decena de sus pacientes han logrado visualizar sus miedos, sueños, alegrías y rencores en esta singular reunión de 19 piezas que, para bien de muchos, ha sido montada en el marco del V Festival de Fotografía Mirafoto 2005.
Ahora queda preguntarse si el óxido de aquellas fotos evidencian un deterioro del mismo ser humano, capaz sí, pero como dice Magda "al mismo tiempo reflejan la riqueza de las formas y el contenido de las huellas del tiempo", mucha metáfora para un escriba coloquial.

Texto publicado en Revista GENTE 26/12/05

11.18.2005

En la muestra de Carla


Carla Palma, es pintora y ayer presentó su individual titulada "Cambio de piel" en la galería Artco, cosa que a la mayoría de asistentes tuvo sin cuidado ya que el whisky Something Special fue el motivo más importante de esta velada.
Claro que también llegaron los sabiondos de la pintura contemporánea tratando de impresionar al público con su vasta erudición sobre esta rama, además de prometer comprar el políptico de 8 piezas que se ofrecía en la sala. Este tipo de personajes, asolapados con sus clásicos vestidos de gabardina y cuero francés merodean siempre por las inauguraciones alzando el brazo para recibir el preciado licor escocés. Luego se acercan a la curadora y hacen la siguiente observación: "Muy interesante el estilo neoclásico barroco que transfigura la disolución de los colores fuertes". ¡Qué! ¡Ah! ¿WHAT? Solo queda ignorar lo sucedido.
Carla promete, su pintura se contempla en lo abstracto que luego es abatido por una imagen figurativa, que en este caso sugiere el cuerpo humano. Los formatos son distintos al igual que sus conversas, postula a lo mágico sin desviar lo etéreo. No mucha gente se percata de la lucidez de sus obras, sino en la imagen sobre el bastidor, como contemplar el cuadro después del alcohol. Posiblemente sea lo más conveniente estimando que no mucha gente acude a estos lugares para observar.
Ahora no sé, el viejito de la esquina ya lleva tres vasos encima y sigue viendo una rana verde en un cuadro completamente rojo. La señora Silviana cree tomar té de canela y clavo en vez de su whisky on the rocks. Juan Carlos Tafur piensa estar en una pasarela, ya que posa sin que nadie lo fotografíe, y peor aún, todavía no ha tomado nada. Sin embargo hay muchos jóvenes artistas de la ENSABAP detrás de la entrada tratando de conceptualuizar la muestra y el portero no los deja entrar. La excusa de la galería: la invitación, y el propósito artístico: el whiskacho.

Los calatos de Cattone


Es bien conocido que a Oswaldo Cattone le gustan los hombres. Desde sus primeras apariciones en público ha mostrado siempre una fijación por éste particular espécimen, inclusive ha dejado su país original para contemplar la anatomía del hombre peruano, el cholito pues tiene su sex appel cosmopolita.
Ahora, luego de tantos años como peruviano sigue mostrando su interés por el cuerpo serrano, pero ya no para su particular contemplación, sino para el público asiduo al teatro que compró hace años.
Para departir con sus amigas cuarentonas, viejitos rabos verdes y aristocráticas narices fetichistas, el tío "cuetone" montó la obra "Made in Perú", según la gentita del Marsano está basada en la película europea Full Monthy. Alucino y regresiono, pero aún no contrasto la huevada que vi ayer con el filme que especté hace un culo de años.
La vaina es la misma, la gente se queda sin empleo, sin chamba, sin laburo, "sin jama" como dice nerito Zamey, y se vuelve loca. Loco en este caso. Un pelado, de quién ignoro su nombre, trata de suicidarse evidenciando después que no sirve ni para eso. A partir de esto a los superamigos se les ocurre la novedosa idea de calatearse para conseguir dinero. La cagada, ni siquiera pudieron ser más originales. Luego de unas sobreactuadas riñas y famélicos chistes, el clan decide mostrar el pichilín al aire bajo una banderola que reza: CRISTO VIVE Y SALVA. Ah, qué paja... (luego, parece que los de utilería se olvidaron de la bandera y colocaron luces por todo el escenario) Antes de eso, los atrevidos se presentan en un programa de radio advirtiendo a los oyentes el propósito de su desnudo, ahí nace el interés de la feminidad burgués que solventa la presentación con un porcentaje de entradas canceladas al instante. Ah, como si no se supiera que el piso 14 asisten, casi a diario, personajes de apellidos, Miróquesada, Berquemeyer, Newton, Horsten y hasta Holler.
El desenlace, si es que se puede llamar así, es el mismo. Las seis personas ofrecen un espectáculo de strep tease y al final enseñan el culo. Caleta que mejor es ver los pechos de la Zanneti en Baño de Mujeres, que ver las nalgas fofas de un gordo, un negro, un par de gringos, un pelado y otro que nadie conoce. Pero disculpen, es "Made in perú" y loco, hay que apostar por la diversidad.